Estimados, aprovecho la oportunidad para desearles un muy feliz día del padre!
Para todos los que sufrimos en silencio cuando embarcamos a la cría y le pifiamos con el pronostico, y tratamos de disimular como que todo estará bien pero los pantoques van sonando cada vez mas fuerte y ya es difícil pilotearla. Esa transpiración fría que pocas veces se siente...
Y agradecer a los viejos que nos introdujeron en este hermoso y atrapante mundo de la náutica. Viviendo momento únicos por su simpleza, como aquel inolvidable chaparrón bajo la carpita hace casi cuarenta años.
Feliz día!
Caligula.
Feliz día del Papa Náutico.
Re: Feliz día del Papa Náutico.
Gracias Cali...; me tomo el atrevimiento de pegar un texto que extraje de Proa Al Centro (revista del Centro de Graduados del Liceo Naval) que me pareció bellísimo y resume esta tarea tan hermosa que es ser padre y en mi caso ya abuelo, como tantos otros foristas... 
Querido Hijo: Nadie estudia para padre. Simplemente se es. Ni nadie estudia para ser hijo. Simplemente se va haciendo. Por eso ninguno se recibe de Padre, ninguno recibe el diploma de Hijo. Llevamos sobre nuestras espaldas el drama consubstancial a nosotros mismos de una relación mutuamente dependiente. Soy padre porque vos sos mi hijo. Sos hijo porque soy tu padre. Yo te deseé, pero no te elegí. Vos me tenés pero no me seleccionaste. Misteriosamente somos. Yo, padre. Vos, hijo. / No es fatalismo.
Es un hecho misterioso de la vida para prolongarse a sí misma, en un canto doloroso y esperanzado para derrotar sin solución de continuidad a la muerte. Y es un desafío permanente para demostrar más allá de todo, que la victoria final será la vida. / Por eso nuestros miedos. Los tuyos y los míos. Los tuyos porque te vas asomando cada día a ese misterio sin las fuerzas necesarias, pero con todas las ganas de ser vos mismo. Querés tener tus propias alas. Mejor dicho, las tenés. Pero se te arruga el vuelo. Porque volar es hermoso. Pero también es arriesgado. Te tinta la sangre porque el cansancio de la incertidumbre te cala las venas... / Y también están mis miedos. Sé que tengo que dejarte ir. Pero también tengo que cobijarte. Sé que sos distinto a mí, pero que también sos mío. Se que no soy tu dueño, pero sí tu protector. Sé que tengo que ir dándote hilo como si fueras un inmenso barrilete, pero también sé que debo cuidar que los vientos no te arrebaten de mis manos. / Por eso también nuestras alegrías. Las mías y las tuyas. Las mías, porque siento que vos soy yo, pero de otra manera. Sigo siendo yo, y vos empezás a ser vos. Somos y no somos al mismo tiempo. Y así se da que cuando vos sufrís, yo sufro. Cuando estás alegre ¿qué me importa mi tristeza? Cuando, poco a poco, vas entramando tu existencia; siento que yo mismo me prolongo. Y quisiera darte todo. Y quisiera también gritarles a todos. ¡Ése es mi hijo! Carne de mi carne y sangre de mi sangre. / Por eso, también tus alegrías. Pero con un enigma que es difícil de descifrar. Querés irte y querés quedarte. Te duelen mis reproches pero los necesitás. Quisieras ser vos, pero no me dejarías a mí. Sentís la fluctuante tristeza de poder perderme. Es una alegría extraña. Mezcla de incertidumbre y seguridad. A veces te molesto y otras veces soy una necesidad insoslayable. No podemos estar el uno sin el otro, aunque estando juntos pareciera que los espacios se reducen como si el mundo fuera demasiado pequeño para los dos. / Por eso, también, mis alegrías. Cada día de la vida es dramáticamente distinto. No hay uno parecido al otro. Crece tu vida y se escapa la mía ¿Se escapa o madura? Quiero verte grande, pero añoro tu pequeñez. Quisiera que tu vuelo sea propiamente tuyo, pero temo que se desgarren tus alas y caigas en algún precipicio y que yo no esté a tu lado. Me siento feliz porque te veo caminar la vida con tus propios pasos, pero también añoro aquellos días en que tus pasos vacilantes se dirigían hacia mí porque era tu reaseguro... / Por eso también, el sentido de nuestras luchas. Las mías y las tuyas. Las mías porque ¿qué sería de mí sin vos? Es cierto. Hay muchas maneras de realizarse como hombre, pero ¿cuál puede asemejarse a la de ser padre? Ella define la vida. La vida total y propia. Todo puede parecer, menos la sangre. Todo puede desaparecer, menos la inmensa dicha de prolongar la vida desde la paternidad. Por ahí se podrá pensar que el anonimato del tiempo borre mis huellas para siempre. Y no escierto. Cuando el silencio gane la memoria de mi paso por la vida, estaré presente en vos, hijo. Y en los hijos de tus hijos... / Y en tus luchas. Los tiempos cambiarán. Los modos serán distintos. Los desafíos tendrán otros nombres. Pero un hecho perdura más allá de las carátulas. Con Dios te lanzamos a la hermosa aventura de vivir con dos nombres propios: Yo soy tu Padre. Tú eres mi Hijo, para que el milagro cotidiano de la vida sea una realidad constante hasta que nos invada la eternidad...Posdata: No te pido que no me olvides. Te pido que no te olvides de la inmensa importancia de la vida, que es la mejor manera de recordarme.A todos los padres con mi mejor afecto de padre... José Karaman
Un fuerte abrazo para todos y que pasemos un hermoso día... nos lo merecemos
Querido Hijo: Nadie estudia para padre. Simplemente se es. Ni nadie estudia para ser hijo. Simplemente se va haciendo. Por eso ninguno se recibe de Padre, ninguno recibe el diploma de Hijo. Llevamos sobre nuestras espaldas el drama consubstancial a nosotros mismos de una relación mutuamente dependiente. Soy padre porque vos sos mi hijo. Sos hijo porque soy tu padre. Yo te deseé, pero no te elegí. Vos me tenés pero no me seleccionaste. Misteriosamente somos. Yo, padre. Vos, hijo. / No es fatalismo.
Es un hecho misterioso de la vida para prolongarse a sí misma, en un canto doloroso y esperanzado para derrotar sin solución de continuidad a la muerte. Y es un desafío permanente para demostrar más allá de todo, que la victoria final será la vida. / Por eso nuestros miedos. Los tuyos y los míos. Los tuyos porque te vas asomando cada día a ese misterio sin las fuerzas necesarias, pero con todas las ganas de ser vos mismo. Querés tener tus propias alas. Mejor dicho, las tenés. Pero se te arruga el vuelo. Porque volar es hermoso. Pero también es arriesgado. Te tinta la sangre porque el cansancio de la incertidumbre te cala las venas... / Y también están mis miedos. Sé que tengo que dejarte ir. Pero también tengo que cobijarte. Sé que sos distinto a mí, pero que también sos mío. Se que no soy tu dueño, pero sí tu protector. Sé que tengo que ir dándote hilo como si fueras un inmenso barrilete, pero también sé que debo cuidar que los vientos no te arrebaten de mis manos. / Por eso también nuestras alegrías. Las mías y las tuyas. Las mías, porque siento que vos soy yo, pero de otra manera. Sigo siendo yo, y vos empezás a ser vos. Somos y no somos al mismo tiempo. Y así se da que cuando vos sufrís, yo sufro. Cuando estás alegre ¿qué me importa mi tristeza? Cuando, poco a poco, vas entramando tu existencia; siento que yo mismo me prolongo. Y quisiera darte todo. Y quisiera también gritarles a todos. ¡Ése es mi hijo! Carne de mi carne y sangre de mi sangre. / Por eso, también tus alegrías. Pero con un enigma que es difícil de descifrar. Querés irte y querés quedarte. Te duelen mis reproches pero los necesitás. Quisieras ser vos, pero no me dejarías a mí. Sentís la fluctuante tristeza de poder perderme. Es una alegría extraña. Mezcla de incertidumbre y seguridad. A veces te molesto y otras veces soy una necesidad insoslayable. No podemos estar el uno sin el otro, aunque estando juntos pareciera que los espacios se reducen como si el mundo fuera demasiado pequeño para los dos. / Por eso, también, mis alegrías. Cada día de la vida es dramáticamente distinto. No hay uno parecido al otro. Crece tu vida y se escapa la mía ¿Se escapa o madura? Quiero verte grande, pero añoro tu pequeñez. Quisiera que tu vuelo sea propiamente tuyo, pero temo que se desgarren tus alas y caigas en algún precipicio y que yo no esté a tu lado. Me siento feliz porque te veo caminar la vida con tus propios pasos, pero también añoro aquellos días en que tus pasos vacilantes se dirigían hacia mí porque era tu reaseguro... / Por eso también, el sentido de nuestras luchas. Las mías y las tuyas. Las mías porque ¿qué sería de mí sin vos? Es cierto. Hay muchas maneras de realizarse como hombre, pero ¿cuál puede asemejarse a la de ser padre? Ella define la vida. La vida total y propia. Todo puede parecer, menos la sangre. Todo puede desaparecer, menos la inmensa dicha de prolongar la vida desde la paternidad. Por ahí se podrá pensar que el anonimato del tiempo borre mis huellas para siempre. Y no escierto. Cuando el silencio gane la memoria de mi paso por la vida, estaré presente en vos, hijo. Y en los hijos de tus hijos... / Y en tus luchas. Los tiempos cambiarán. Los modos serán distintos. Los desafíos tendrán otros nombres. Pero un hecho perdura más allá de las carátulas. Con Dios te lanzamos a la hermosa aventura de vivir con dos nombres propios: Yo soy tu Padre. Tú eres mi Hijo, para que el milagro cotidiano de la vida sea una realidad constante hasta que nos invada la eternidad...Posdata: No te pido que no me olvides. Te pido que no te olvides de la inmensa importancia de la vida, que es la mejor manera de recordarme.A todos los padres con mi mejor afecto de padre... José Karaman
Un fuerte abrazo para todos y que pasemos un hermoso día... nos lo merecemos
Re: Feliz día del Papa Náutico.
Sublime Baupres! Gracias por compartir!
Re: Feliz día del Papa Náutico.
Gracias Caligula tambien por tus palabras. ! Feliz dia para vos también.
Re: Feliz día del Papa Náutico.
Gracias Baupres por compartir ese maravilloso texto!
Ayuda a reflexionar y disfrutar el dia a dia.
Slds!
Caligula.
Ayuda a reflexionar y disfrutar el dia a dia.
Slds!
Caligula.
Re: Feliz día del Papa Náutico.
NIEVE EN EL RÍO
Ayer, lunes 9 de julio, salimos, alrededor de las 12:30, con mi
hijo, desde Tigre hacia el Río de la Plata.
La idea era que él se inicie en los rudimentos de navegar solo, por
lo que yo me instalé en el hueco de la escotilla a observar...
(lamento enormemente no haber terminado todavía mi chubasquera, de
la que sólo hice hacer los caños... pero igual, abrigado como para
ir al polo, la cosa se bancaba).
Mientras nos acercábamos a la desembocadura del Luján, contamos
cinco veleros intrépidos, pero cuando estuvimos en el canal
costanero solo quedamos dos: un barquito de madera y nosotros.
El resto, daría la impresión de que estaban volviendo a su cucha,
porque desaparecieron.
Había viento, así que recorrimos todas las boyas del costanero sólo
con genoa, con viento a un descuartelar.
Pasada la 19, a ceñida rabiosa, preparar dos manos de rizos, izar,
etc. Todo mi hijo en solitario, y yo mirando, por supuesto.
Luego,ya cazada la mayor, todavía decidimos achicar un poco el
genoa, para que el piloto automático trabajara alegre.
Hicimos un par de viradas por avanti, y luego, ante la observación
de unas nubes muy feamente cargadas, decidimos emprender la vuelta.
Como no era cuentión de andar matándose, mi hijo bajó la mayor,
luego viró en redondo, desenrrolló de nuevo completamente en genoa,
y volvimos alegremente comiendo unos sánguches de queso, haciendo
cinco nuditos.
Olvidé decir que mentras tirábamos bordes empezaron a aparecer
varios veleros, todos bastante veloces y grandes que se nos fueron
acercando: eran los que volvían de Uruguay, después de aprovechar el
fin de semana largo.
Mi hijo hizo todo bien. Aprobó el exámen del padre.
Entramos al Luján haciendo seis nudos (gps), y, a la altura de la
entrada al Sudeste y el Albatros, recibimos el premio: empezó a
nevar.
Nunca lamenté tanto no tener a bordo una cámara fotográfica.
El río parecía de ensueño. Uno se creía navegando algún río de
Europa central.
Al cruzar el Vinculación, el aire se veía lleno de copos blancos que
viajaban en dirección casi horizontal, y el agua del Vinculación
despedía vapor hasta una altura de un metro, o más.
Tuvimos viento suficiente (aunque cada vez más flojo) hasta la
altura del canal San Fernando, más o menos, donde tuvimos que poner
motor.
Entramos en el club en medio de uno de los momentos de mayor
intensidad de la nevada.
El marinero salió de su casilla para saludarnos a los gritos: "¡eh!,
amigos,¡ qué linda, la nieve"! Estaba contentísimo.
Es una de las navegaciones más lindas que voy a recordar.
10 de julio de 2007
Ayer, lunes 9 de julio, salimos, alrededor de las 12:30, con mi
hijo, desde Tigre hacia el Río de la Plata.
La idea era que él se inicie en los rudimentos de navegar solo, por
lo que yo me instalé en el hueco de la escotilla a observar...
(lamento enormemente no haber terminado todavía mi chubasquera, de
la que sólo hice hacer los caños... pero igual, abrigado como para
ir al polo, la cosa se bancaba).
Mientras nos acercábamos a la desembocadura del Luján, contamos
cinco veleros intrépidos, pero cuando estuvimos en el canal
costanero solo quedamos dos: un barquito de madera y nosotros.
El resto, daría la impresión de que estaban volviendo a su cucha,
porque desaparecieron.
Había viento, así que recorrimos todas las boyas del costanero sólo
con genoa, con viento a un descuartelar.
Pasada la 19, a ceñida rabiosa, preparar dos manos de rizos, izar,
etc. Todo mi hijo en solitario, y yo mirando, por supuesto.
Luego,ya cazada la mayor, todavía decidimos achicar un poco el
genoa, para que el piloto automático trabajara alegre.
Hicimos un par de viradas por avanti, y luego, ante la observación
de unas nubes muy feamente cargadas, decidimos emprender la vuelta.
Como no era cuentión de andar matándose, mi hijo bajó la mayor,
luego viró en redondo, desenrrolló de nuevo completamente en genoa,
y volvimos alegremente comiendo unos sánguches de queso, haciendo
cinco nuditos.
Olvidé decir que mentras tirábamos bordes empezaron a aparecer
varios veleros, todos bastante veloces y grandes que se nos fueron
acercando: eran los que volvían de Uruguay, después de aprovechar el
fin de semana largo.
Mi hijo hizo todo bien. Aprobó el exámen del padre.
Entramos al Luján haciendo seis nudos (gps), y, a la altura de la
entrada al Sudeste y el Albatros, recibimos el premio: empezó a
nevar.
Nunca lamenté tanto no tener a bordo una cámara fotográfica.
El río parecía de ensueño. Uno se creía navegando algún río de
Europa central.
Al cruzar el Vinculación, el aire se veía lleno de copos blancos que
viajaban en dirección casi horizontal, y el agua del Vinculación
despedía vapor hasta una altura de un metro, o más.
Tuvimos viento suficiente (aunque cada vez más flojo) hasta la
altura del canal San Fernando, más o menos, donde tuvimos que poner
motor.
Entramos en el club en medio de uno de los momentos de mayor
intensidad de la nevada.
El marinero salió de su casilla para saludarnos a los gritos: "¡eh!,
amigos,¡ qué linda, la nieve"! Estaba contentísimo.
Es una de las navegaciones más lindas que voy a recordar.
10 de julio de 2007
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Mariano Grumete
- Mensajes: 4151
- Registrado: Lun Jul 30, 2018 11:49 am
Re: Feliz día del Papa Náutico.
Muy bueno raya qué lindo recuerdo!
Re: Feliz día del Papa Náutico.
Espectacular raya. Creo que todos recordaremos que estabamos haciendo ese 9 de julio...
Larry
Re: Feliz día del Papa Náutico.
Si Raya que dia inolvidable fue ese!
A mi me agarro volviendo de Martin Garcia por los pozos del barca grande... fue increible esa nevada, pero lo mas jodido es que a los pocos minutos comenzo una gran evaporacion que practicamente no se podia ver nada, con suerte veia la proa del barco!
Unas 5 lanchas de pescadores de pejerrey se desorientaron y se me pegaron a la popa del velero... ja ja y yo tambien a duras penas pude embocar la boca falsa del parana jajaja una locura sin ais a cruzar el canal y sin ver nada... dios es nautico sin dudas. Llegamos de milagro, pero eso ya es otra historia.
Feliz dia mañana!
Caligula.
A mi me agarro volviendo de Martin Garcia por los pozos del barca grande... fue increible esa nevada, pero lo mas jodido es que a los pocos minutos comenzo una gran evaporacion que practicamente no se podia ver nada, con suerte veia la proa del barco!
Unas 5 lanchas de pescadores de pejerrey se desorientaron y se me pegaron a la popa del velero... ja ja y yo tambien a duras penas pude embocar la boca falsa del parana jajaja una locura sin ais a cruzar el canal y sin ver nada... dios es nautico sin dudas. Llegamos de milagro, pero eso ya es otra historia.
Feliz dia mañana!
Caligula.