Mensaje
por Mariano Grumete » Mar Jul 31, 2018 3:24 pm
Rescatado del viejo foro de Cibernáutica.
Enviado por Donald desde host- el Viernes, 23 de Julio de 2004 a las 1:50PM :
Este relato fué pedido y escrito ya hace unos cuatro años largos, a quíen es un entrañable amigo de la infancia,mi testículo de casamiento y a pesar de los períodos en que por razones de vida no nos hemos visto,los encuentros mantienen ese sabor de poder continuar charlando como si el tiempo no hubiera transcurrido , con un ingrediente especial que hoy día podemos valorar la amistad incondicional que nos profesamos. Va el relato..., en otra les pasaré las fotos de los nobles grumos en la Bahía de Falklands/Pto.Argentino!
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Guille:
te envió lo que escribí,a veces cuesta comenzar algo, pero te aseguro que me brindaste un oportunidad de recordar esos momentos inolvidables, casi se me caen algunas lágrimas de la emoción..
PRIMERA REGATA A VELA EN LAS ISLAS MALVINAS (Marzo 1974)
Cuando mi amigo Guillermo ,con una idea muy buena, que espero pueda llevar a cabo, me propuso escribir un artículo para el primer número, sobre nuestra experiencia de tantos años de navegar , relacioné el nacimiento de su proyecto ( una novedosa revista) ,es decir el inicio de algo pero sustentado en las bases ,es decir, con nuestra historia en la que nos apoyamos y crecemos, esto de más está decirlo que influye en toda nuestra vida nos guste o no.
Me vino inmediatamente a mi memoria una experiencia que marco mi vida náutica y personal: la primera regata a vela en las Islas Malvinas, en la que tuve el privilegio de participar con mis jóvenes 18 años. Fue una experiencia inolvidable, plagada de aventuras y compañerismo.
Todo comenzó a fines del año 1973 cuando en mi querido Club ( C.U.B.A.) se recibió la invitación por parte del Departamento Náutico Deportivo de la Armada a través de su jefe el Capitán de Navío Alberto Somoza para realizar una serie de regatas para embarcaciones de la clase Grumete, las que se llevarían a cabo en las Islas Malvinas. El propósito era demostrar que se podía navegar en esas latitudes y un gesto de confraternidad y acercamiento con los habitantes de Malvinas. El evento fue llamado " El mar nos une ".
Decidida la participación del Club se prepararon cuatro Grumetes ,dos de ellos representan para mi un gran recuerdo: el "Malú" ,con el cual corrí muchas regatas ;era un gran barco en calmas , de casco liviano, no tenía rivales ; y el "Calquín" un barco para tormentas, duro como una piedra, obviamente no era un barco ganador en regatas normales, además el "Guadalupe" y " Chapuzón " ,los dos primeros propiedad del club ,y los restantes de los consocios Jorge Saccone y Luis Corona que gentilmente los cedieron.
Los barcos fueron cargados en el " Bahía Buen Suceso ",buque de Transportes Navales, al mando del Señor Capitán Otero en febrero de 1974. Todas estas maniobras eran dirigidas por el infaltable Jorge Prota. Algunos tripulantes del club embarcaron junto con los veleros otros en cambio se sumaron a la comitiva en Ushuaia unos días después . Yo tuve la suerte de embarcar en el Bahía Buen Suceso y pasar unos momentos inolvidables. Realizando junto con los oficiales la navegación, tomando alturas con el sextante, timoneando el barco en alguna guardia, en fin en un grato ambiente de camaradería compartiendo un gusto en común por la náutica y el mar. Mi especial mención al Indio Pereira, oficial de abordo con el cual compartimos muchas horas y experiencias.
Llegados a Ushuaia después de una semana y pico de navegación por nuestro mar del sur , en dicha ciudad nos reunimos con el resto de la comitiva ,quedándonos en puerto por unos días. Durante esa estadía corrimos dos regatas de lo mas originales : con unas viejas balleneras que había en el puerto de Ushuaia , con aparejo cangrejo. Fue de lo más divertido y formaron parte de las tripulaciones , el Capitán Otero y los oficiales del Bahía Buen Suceso,demostrando un excelente desempeño en la vela también..
Zarpamos rumbo a Malvinas, recorriendo los hermosos canales fueguinos, pasando por el estrecho de Le Maire que separa la isla de Tierra del Fuego con la Isla de los Estados.
La navegación fue tranquila ,con un oleaje regular que hacía cabecear continuamente al buque, dando ese grato y característico movimiento para cualquier náutico que se precie de tal .
La llegada a Puerto Argentino fue para mí memorable : la entrada es angosta ,aproximadamente de 100 metros después se abre la Bahía. O sea requiere un gran conocimiento y cautela. Luego se apareció ante nosotros la ciudad , con sus casas típicas ,de estilo inglés, y el edificio de la siempre presente Falklands Island Company . Luego de los trámites de rigor , bajamos a tierra y tomamos contacto con sus habitantes , que nos recibieron con frialdad algunos y otros con alegría ,pues iban a participar en las regatas que se correrían en los días siguientes. Aquí aprovecho para contar otra circunstancia que no hace más que confirmar lo chico que es el mundo: el día de la llegada era un día horrible con llovizna y viento arrachado,por supuesto bajamos a tierra enfundados en los clásicos trajes de agua Tempex y las botas Pampero, con mi rostro casi tapado por completo ,ni bien piso el muelle, escucho que alguien me esperaba también enfundado en similares condiciones , y en perfecto castellano me grita: Varela!!! , mi asombro fue mayúsculo ,era impensable encontrar algún conocido en esas latitudes , cuál fué mi sorpresa al descubrir que la persona que me llamó no era otro que el tío de mi amigo Guillermo , que estaba de paseo por las Islas!!
El objetivo principal de esta gesta era enseñar a navegar a la mayor cantidad de Malvinenses y crear un clima amigable que permitiera afianzar lazos.
Se corrieron cuatro regatas en los días sucesivos, con fuertes vientos y algunos problemas de velas rotas y otras cuestiones dadas las condiciones metereologícas del lugar . Todas las regatas fueron corridas dentro de la Bahía de Puerto Argentino , que nos debía reportar algún abrigo? ,contra los fuertes vientos. Después de las regatas el último día se ofreció una fiesta a bordo del Bahía Buen Suceso, invitándose a los habitantes de Puerto Argentino que habían participado en las regatas , amigos y familiares, durante dicha fiesta se hicieron entrega de los premios .
Se entregaron plaquetas recordatorias a las dos organizaciones malvinenses Young Club y Boys Brigade Organization , así como a Transportes Navales ,Fuerza Aérea , y a deportistas malvinenses que mucho hicieron por el éxito de las regatas.
Al día siguiente se hicieron entrega de los Grumetes que se donaron a las organizaciones mencionadas, los que fueron gratamente recibidos por sus integrantes.
Luego en días posteriores iniciamos el regreso hacia Buenos Aires, a bordo del Bahía Buen Suceso lo que nos deparó mas aventuras y experiencias.
Al día siguiente de partir de Puerto Argentino ,bordeando el Norte de las Islas soportamos una gran tormenta, con olas de más de ocho metros, era impresionante ver romper las olas en la proa del barco. El barco estuvo a la capa dos días, el viento era tan intenso que saliendo a cubierta uno debía agarrarse bien para no ser arrastrado por él . Recuerdo en esos momentos las palabras del Oficial de Máquinas subiendo todo engrasado y diciendo: "¡¡¡Capitán Poroto cruje!!!" , acto seguido se bajaron las revoluciones del motor.
El primer puerto que tocamos ( ¿qué puerto?) , fué Puerto de Santa Cuz, que es una ría con una amplitud de marea enorme , el buque fondea en el medio y luego se baja con una lancha hasta estar cerca de la playa , por último se pasa a un bote de remo que lo deja a uno en la playa.
La siguiente escala fue Puerto Deseado, donde nos quedamos uno o dos días que nos permitieron conocer un poco ese lugar , y de aquí directo a Buenos Aires .
No quiero terminar esta historia sin nombrar a mis compañeros de aventura : Martín Bond, Carlos López, Eduardo Sarli, Luis A. Corona, Juan J. Vidal Bread, Rodolfo Rigoni, Ricardo Fox , Pablo Baqués, Enrique Saguier Fonrouge, Gerardo Longobardi, Carlos Devlin, Horacio Tetamanti .
Espero que puedan disfrutar esta historia ,y para la próxima les contaré sobre alguna otra experiencia náutica.
Juan Carlos Varela