Proa al Nordeste de Brasil!
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Leo. Lastima me das. Por el desprecio a quien trabajo toda su vida. En mi caso desde los 10 años pele papas y zanahorias para lo gastronómico de mi viejo...quien murió temprano cuando yo tenía 20 años y me hice cargo de la gastronomía y de noche estudiaba abogacía ....repito asco me da tu concepto de la vejez ...
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Hola Aldo!! Que bueno! Me pasa lo mismo con absolutamente todos tus comentarios!!
Te iba a responder cordialmente tratando de ver si tu cabecita entendía a qué me refería...pero ni ganas la verdad!
Salutti
Te iba a responder cordialmente tratando de ver si tu cabecita entendía a qué me refería...pero ni ganas la verdad!
Salutti
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Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Muchas gracias Gaston por compartir.
Me encanta tu crónica y me sirve para recopilar datos ya que en breve seguiré tu estela. Abrazo con admiración desde Juan Lacaze.
Me encanta tu crónica y me sirve para recopilar datos ya que en breve seguiré tu estela. Abrazo con admiración desde Juan Lacaze.
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Me alegro que más allá de dejar un recuerdo de mi experiencia, también sirva sea de utilidad para planificar un viaje.XeneiSailor escribió: ↑Vie Ago 23, 2024 7:25 pmMuchas gracias Gaston por compartir.
Me encanta tu crónica y me sirve para recopilar datos ya que en breve seguiré tu estela. Abrazo con admiración desde Juan Lacaze.
Gran puerto Lacace, "estratégicamente ubicado"

Contá con mi ayuda en lo que precises para preparar el barco o planificar el viaje.
Por aquí, aún en Salvador. Hoy llego un tripu de Rosario , mañana llegan 2 de Bahía Blanca y al parecer el Martes ponemos proa a Recife con probable recalada para conocer la muy recomendada "Barra São Miguel", 15 millas antes de Maceió, entrando con Práctico.
Un abrazo.
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Hola Gastón, que bueno todo lo que contás. Te felicito (una vez más) por tu desición. Saludos. Y devolvenos pronto el timonel!
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Ya estoy en Recife, en el Iate Clube Cabanga.
Luego compartiré el relato de la navegación desde Salvador hasta aquí, pero les adelanto un vídeo de lo que fue la entrada a la "Barra São Miguel".
El día que entramos, con olas de 2 metros... Se frunce!!!
La salida fue un poco más tranquila.
Todo hecho con total seguridad, guiado por los prácticos de allí.
Saludos
https://www.instagram.com/reel/C_qTJUAR ... R5YWJzcA==
Luego compartiré el relato de la navegación desde Salvador hasta aquí, pero les adelanto un vídeo de lo que fue la entrada a la "Barra São Miguel".
El día que entramos, con olas de 2 metros... Se frunce!!!
La salida fue un poco más tranquila.
Todo hecho con total seguridad, guiado por los prácticos de allí.
Saludos
https://www.instagram.com/reel/C_qTJUAR ... R5YWJzcA==
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Ví vídeo. Te felicito por el estilo de vida adoptado. Aquí también se puso de moda pasear gente. Cenar a la luz luna frente a la iglesia San Isidro y no se cuántas boludeces más se hacen. Pero por lo visto rinde. Me pa gente hay y mucha para ingresar en el mundo de la vela y prueba. De hecho le sirve a los dos 



. No sé porque te arriesgarte en entrar en esa barra...mmmmm arriesgarte la mierda si arriesgarte. 




Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Gracias Albo. Si, veo que cada vez más gente hace eso. Yo lo hice algunas veces en Rosario pero no era muy redituable, al menos no le encontré la vuelta.Albo escribió: ↑Lun Sep 09, 2024 11:43 amVí vídeo. Te felicito por el estilo de vida adoptado. Aquí también se puso de moda pasear gente. Cenar a la luz luna frente a la iglesia San Isidro y no se cuántas boludeces más se hacen. Pero por lo visto rinde. Me pa gente hay y mucha para ingresar en el mundo de la vela y prueba. De hecho le sirve a los dos. No sé porque te arriesgarte en entrar en esa barra...mmmmm arriesgarte la mierda si arriesgarte.
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En cuanto a la entrada a la barra... Estuve subiendo a la par de muchos navegantes que vienen a correr a Noronha. Ellos lo recomendaron, siempre entran a esa barra y si bien se frunce, los prácticos la tienen super clara y ante cualquier imprevisto responden.
Va uno por proa el cual te guía el camino y por popa va uno con una lancha tipo "remolcador" con todas unas defensas en proa, lista para empujarte y acomodar el barco si perdiste gobierno.
De hecho tenía el track y podría haber ido solo, pero contrate los prácticos en caso de algún imprevisto.
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Ah Gastón otra te felicito. No sé cómo aguantas gente extraña no náutica pisandote la cubierta. en mi vidada tuve que aguantar a mis tres cuñados y cuñadas. Cada salida una rotura. Ja. Y una vez tuve que salvar a mi suegro. Se moría ahogado a cuatro metros del barco y en un arroyo.jaaas. Todos creíamos era un chiste que mi suegro hacía ja pero no. Otra para filmar. Día verano espectacular Genoa uno ceñida suave me colmaba de satisfacción..
Que paso. Mis cuñadas cuñados suegro y suegra. Me obligaron a abrir dinet dentro del barco y se pusieron a jugar a las cartas. ..hasta que volvimos club Jaaas te paso algo así...




Que paso. Mis cuñadas cuñados suegro y suegra. Me obligaron a abrir dinet dentro del barco y se pusieron a jugar a las cartas. ..hasta que volvimos club Jaaas te paso algo así...
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Sin dudas Albo, es todo un tema! No deja de ser un trabajo.
En este tiempo fui aprendiendo a adelantarme a las macanas que se mandan y tomo los recaudos previos.
En isla grande trabajaba con turistas, cero nautas, pero por el día.
Ahora en las travesías la idea es que vengan gente con relativo conocimiento.
Por cierto, tengo dos lugares disponibles para correr a Noronha, el 28 de Septiembre.
El que quiera vivir esta experiencia única me contacta.
Saludos
En este tiempo fui aprendiendo a adelantarme a las macanas que se mandan y tomo los recaudos previos.
En isla grande trabajaba con turistas, cero nautas, pero por el día.
Ahora en las travesías la idea es que vengan gente con relativo conocimiento.
Por cierto, tengo dos lugares disponibles para correr a Noronha, el 28 de Septiembre.
El que quiera vivir esta experiencia única me contacta.
Saludos
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Buen día!
Les comparto una linda nota que publicaron en el diario La Capital de Rosario, contando un poco mi aventura...
https://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/ ... 53354.html
Saludos !!
Les comparto una linda nota que publicaron en el diario La Capital de Rosario, contando un poco mi aventura...
https://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/ ... 53354.html
Saludos !!
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Gaston, como estas?
Tenes algun conocido en Isla grande que este haciendo lo que vos hacias?
Somos un grupo de 5 que vamos a ir a dar la vuelta caminando a la isla y despues nos quedan un par de dias y si se da, me gustaria ver de meter alguna navegacion a lagoa azul o similar en lugar de ir con esas barcas a motor.
Por alla estaba un argentino llamado Jero, Jero tur creo que es su agencia. Pero a vela no conozco ninguno.
Tenes algun conocido en Isla grande que este haciendo lo que vos hacias?
Somos un grupo de 5 que vamos a ir a dar la vuelta caminando a la isla y despues nos quedan un par de dias y si se da, me gustaria ver de meter alguna navegacion a lagoa azul o similar en lugar de ir con esas barcas a motor.
Por alla estaba un argentino llamado Jero, Jero tur creo que es su agencia. Pero a vela no conozco ninguno.
gastonls escribió: ↑Lun Sep 09, 2024 5:03 pmSin dudas Albo, es todo un tema! No deja de ser un trabajo.
En este tiempo fui aprendiendo a adelantarme a las macanas que se mandan y tomo los recaudos previos.
En isla grande trabajaba con turistas, cero nautas, pero por el día.
Ahora en las travesías la idea es que vengan gente con relativo conocimiento.
Por cierto, tengo dos lugares disponibles para correr a Noronha, el 28 de Septiembre.
El que quiera vivir esta experiencia única me contacta.
Saludos
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Calamar
El paseo de Jerónimo es muy recomendable. La van a pasar de 10, aunque claro es algo estándar, grupal, y no a vela.
(Igualmente tené en cuenta que no sopla casi nunca allá)
Por otro lado tengo dos amigos, Rosarinos también ambos, que están allá con sus barcos. Están jubilados, no se dedican a esto, pero cuando me consultan como en tu caso, a veces se hacen una changuita.
Escríbime por WhatsApp o Instagram y te paso los contactos.
Saludos
+5493416162064
El paseo de Jerónimo es muy recomendable. La van a pasar de 10, aunque claro es algo estándar, grupal, y no a vela.
(Igualmente tené en cuenta que no sopla casi nunca allá)
Por otro lado tengo dos amigos, Rosarinos también ambos, que están allá con sus barcos. Están jubilados, no se dedican a esto, pero cuando me consultan como en tu caso, a veces se hacen una changuita.
Escríbime por WhatsApp o Instagram y te paso los contactos.
Saludos
+5493416162064
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Les comparto un video que muestra y detalla lo sucedido en la salida de la Lagoa Guararias (Tibau do Sul), a 5 KM de Pipa.
Sinceramente no me la esperaba tan heavy, por suerte todo ok el barco bancó perfecto!
Antes de encarar la rompiente puse el motor a 2400 vueltas ( generalmente voy a 1800 y nunca lo paso de 1900/2000), filé mayor, para enfilar con buena estropada.
Así y todo las olas me frenaron a cero, me la vi peluda, así que viré rápido 180° ayudado por la mayor, que confirma que fue buena decisión llevarla arriba.
Volví a entrar sin saber qué iba a hacer... y se acercó una lancha y me recomendó encarar más cerca de las piedras, afirmando que iba a tener calado (yo quise salir siguiendo el track por donde entré que me lo habían pasado otros navegantes).
Por suerte sin daños materiales a lamentar. Pero creo que fue la segunda y ultima entrada a estás barras de Brasil.
Ahora en Natal. La semana que viene renuevo tripu y zarpo proa a Ilha dos Lençóis. Serán casi 700 millas, la navegación más larga que haré sin tocar tierra.
Saludos
https://www.instagram.com/reel/DBpU67-u ... N5OXdlbQ==
Sinceramente no me la esperaba tan heavy, por suerte todo ok el barco bancó perfecto!
Antes de encarar la rompiente puse el motor a 2400 vueltas ( generalmente voy a 1800 y nunca lo paso de 1900/2000), filé mayor, para enfilar con buena estropada.
Así y todo las olas me frenaron a cero, me la vi peluda, así que viré rápido 180° ayudado por la mayor, que confirma que fue buena decisión llevarla arriba.
Volví a entrar sin saber qué iba a hacer... y se acercó una lancha y me recomendó encarar más cerca de las piedras, afirmando que iba a tener calado (yo quise salir siguiendo el track por donde entré que me lo habían pasado otros navegantes).
Por suerte sin daños materiales a lamentar. Pero creo que fue la segunda y ultima entrada a estás barras de Brasil.
Ahora en Natal. La semana que viene renuevo tripu y zarpo proa a Ilha dos Lençóis. Serán casi 700 millas, la navegación más larga que haré sin tocar tierra.
Saludos
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Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Tremenda rompiente!! Si no hubiera visto el video hubiese pensado que la segunda foto estaba trucada.
Que jabón estar a bordo con esa ola rompiendo.
Muy buenas imágenes y relatos, abrazo y a seguir disfrutando.
Que jabón estar a bordo con esa ola rompiendo.
Muy buenas imágenes y relatos, abrazo y a seguir disfrutando.
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Arriesgarte demasiado...no lo repitas. En ocasiones similares en varios lugares ví que contratan pequeño lanchon de pesca a modo de remolque .auxiliar por las putas......pero te salió bien urra. Que viajecito ehhhhhh














































Ah ya te casaste. Tenés hijos...??????un buen lugar de trabajo. Una linda y oscura oficina...????con ventilador de techo......





- ricardotapia
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Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Con solo imaginarme el pantocazo que diste al cruzar esas olas, se me aflojaron las muelas!
Que buena travesía Gaston!
Que buena travesía Gaston!
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Albo escribió: ↑Mar Oct 29, 2024 8:56 amArriesgarte demasiado...no lo repitas. En ocasiones similares en varios lugares ví que contratan pequeño lanchon de pesca a modo de remolque .auxiliar por las putas......pero te salió bien urra. Que viajecito ehhhhhhAh ya te casaste. Tenés hijos...??????un buen lugar de trabajo. Una linda y oscura oficina...????con ventilador de techo......
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En la otra barra que había entrado contratamos "un práctico" que solo te guía por donde ir.
En este lugar me habían comentado de un par de estos prácticos pero otros navegantes que ya entraron y salieron me dijeron que era bien fácil, y tenía el track de ellos.
Quizás con algunos HPs más y enfilando unos pocos metros más cerca de las piedras (como fue la segunda salida) hubiese sido mucho más tranquilo.
Creo que con las precauciones que tomé el barco no corrió riesgo, pero sin dudas fue un momento tenso, se mojaron muchas cosas, por suerte todo ok.
Sin dudas la foto parece de esas trucadas, recuerdo haber visto una parecida que se llega a ver el quillote.
Ahora me imagino, que puede llegar a ser cierta.
Saludos!
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Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Calamar81 escribió: ↑Lun Sep 16, 2024 2:49 pmGaston, como estas?
Tenes algun conocido en Isla grande que este haciendo lo que vos hacias?
Somos un grupo de 5 que vamos a ir a dar la vuelta caminando a la isla y despues nos quedan un par de dias y si se da, me gustaria ver de meter alguna navegacion a lagoa azul o similar en lugar de ir con esas barcas a motor.
Por alla estaba un argentino llamado Jero, Jero tur creo que es su agencia. Pero a vela no conozco ninguno.
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Perdon, estuvimos en ilha grande, hicimos caminata pero no dio tiempo (el clima tampoco ayudo).
En otro viaje voy a buscar hacer vida nautica por alla. Supongo que Paraty tiene mas oferta.
Gracias y buena proa Gaston!.
En otro viaje voy a buscar hacer vida nautica por alla. Supongo que Paraty tiene mas oferta.
Gracias y buena proa Gaston!.
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
ya falta mucho menos Gaston para cambiar de pais, un abrazo, seguimos en contactogastonls escribió: ↑Lun Oct 28, 2024 10:19 pmLes comparto un video que muestra y detalla lo sucedido en la salida de la Lagoa Guararias (Tibau do Sul), a 5 KM de Pipa.
Sinceramente no me la esperaba tan heavy, por suerte todo ok el barco bancó perfecto!
Antes de encarar la rompiente puse el motor a 2400 vueltas ( generalmente voy a 1800 y nunca lo paso de 1900/2000), filé mayor, para enfilar con buena estropada.
Así y todo las olas me frenaron a cero, me la vi peluda, así que viré rápido 180° ayudado por la mayor, que confirma que fue buena decisión llevarla arriba.
Volví a entrar sin saber qué iba a hacer... y se acercó una lancha y me recomendó encarar más cerca de las piedras, afirmando que iba a tener calado (yo quise salir siguiendo el track por donde entré que me lo habían pasado otros navegantes).
Por suerte sin daños materiales a lamentar. Pero creo que fue la segunda y ultima entrada a estás barras de Brasil.
Ahora en Natal. La semana que viene renuevo tripu y zarpo proa a Ilha dos Lençóis. Serán casi 700 millas, la navegación más larga que haré sin tocar tierra.
Saludos
https://www.instagram.com/reel/DBpU67-u ... N5OXdlbQ==
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Pasó mucho tiempo (y muchas cosas) desde la última entrega de las aventuras a bordo del Puxador.
El último relato concluyó con la llegada a Salvador de Bahía, los primeros días de septiembre de 2024.
Más de 8 meses después me siento a escribir, fondeado en Prickly Bay, Grenada, Antillas, Caribe.
Por supuesto que no tengo tan frescos los detalles de algunas navegaciones. Podría, como hice muchas veces "volver el tiempo atrás” releyendo mensajes intercambiados en el inReach, mirando trackings de las navegaciones, para así poder detallar las navegaciones con más precisión, como fue habitual hasta ahora. Pero dadas las circunstancias y teniendo tanto para contar (no sé quién leerá esto, pero seguro en algún futuro yo mismo para revivir las experiencias) voy a simplificar algunos detalles.
Zarpamos de Salvador de Bahía. Me acompañaban Fabio, amigo navegante Rosarino, Jacky y Leo, una pareja de Bahía Blanca que están aprendiendo a navegar desde que compraron un Dangelo 24 hace un año.
Para los 3, iba a ser su primera travesía oceánica. El plan original era navegar directo a Recife, 400 millas.
Subiendo la costa de Brasil, conocí varios navegantes brasileros, todos yendo a participar de la regata REFENO (Recife Fernando de Noronha) y varios me habían recomendado que no dejemos de conocer Barra de Sao Miguel. Así que pusimos proa a Maceió, unas 370 millas.
Sería una de mis travesías más largas hasta el momento. Pero lo que me sorprendió a mí mismo, es que había ganado mucha confianza en el barco y en mí, y soltamos amarras de Salvador como quien "sale del club a navegar la vuelta del perro un domingo por la tarde”.
Fueron 370 millas de puro placer. Y no sólo porque yo logré ir relajado, sin estar tensionado, sino también, porque a partir de allí, pegan los vientos alisios.
Para los que no estamos acostumbrados, parece una locura lo que voy a decir: De Salvador de Bahía, hasta el Caribe, navegás casi sin mirar el pronóstico. Podés zarpar el día que quieras a la hora que quieras.
En realidad no precisás mirarlo. Lo mirás, sólo por que sería muy irresponsable zarpar una travesía de centenares de millas sin dar una revisada rápida. Las condiciones son muy estables, los vientos sólo aumentan o disminuyen unos 5 nudos del promedio, y siempre del mismo cuadrante.
Quizás según el barco, decidas hacer un cambio de vela de proa antes de zarpar. Como es mi caso, que tengo un solo stay de proa. A veces zarpo con foke, a veces con genoa. Para evitar hacer el cambio en navegación.
Ahora bien, es casi innecesario mirar el pronóstico, pero según el puerto en el que estés, tenés que revisar bien las tablas de mareas y estar atento a las corrientes en los ríos que a veces son fuertes y se invierten.
Viento aparente de 15/20 nudos, angulo aparente de 60 grados. Así fue toda la travesía, en total 400 millas hasta Recife incluyendo pesca de atunes, doradas, y algún que otro “pirajá” (chubasco).
Cuando entra un pirajá, y no lo lograste esquivar, la maniobra que implementé, es enrollar la vela de proa, filar mayor, derivar… y listo.. Maniobra que la hago solo, es bien fácil y segura.
Los pirajás se caracterizan por venir cargados con mucha agua y un viento descendente de unos 15 nudos, que chocan contra el mar y sale en 360 grados.
A sotavento, se suma al viento de superficie de los alisios (por eso te quedan rachas de 30 nudos), pero si te anticipaste y orzaste para pasarlo por barlovento, el viento del pirajá se anula con el viento de superficie, y sólo te encalmás un rato…
Habíamos decidido ir a la barra de Sao Miguel, 30 millas al sur de Maceió. Las “barras”, que están por toda la costa Nordeste de Brasil, constan de lagunas de agua salubre y cristalina, sin olas, con vientos constantes, y playas espectaculares.
Suena al paraíso, y lo es.
Sólo que tenemos que tener en cuenta que se forman cuando un río desemboca en las aguas cálidas del mar, aportando los sustratos necesarios para la formación de "barras de corales", que son los que frenan las olas dejando aguas bien calmas dentro de las lagunas. Pero resultando en accesos difíciles.
Llegamos a Maceió de noche, nos arrimamos a un muelle del puerto comercial y en una maniobra que de lejos parecía un robo o similar, Fabio saltó al muelle, seguido por Ancla (la tripu de 4 patas) para ella hacer sus necesidades, sin que nadie de seguridad nos vea. Volvieron al barco, nos alejamos como si nada hubiera pasado y luego fondeamos para irnos a dormir.
Al otro día, al amanecer, retrocedimos 30 millas para encontrarnos con el práctico en la entrada de la Barra, a la hora de la pleamar.
Para no hacerlo largo, en resumidas cuentas, se te frunce cuando entrás barrenando olas, con la playa a 100 metros a tu proa, una baliza verde 5 metros a babor, y corales a 20 metros a estribor.
El práctico te guía el camino con su lancha, y detrás te sigue de cerca otra lancha, una especie de Mini Remolcador, atento a si te tiene que empujar para algún lado. Así entramos al paraíso y estuvimos 5 o 6 días en una marina con unas instalaciones espectaculares.
Concluida la estadía allí, navegamos las 130 millas que faltaban hasta Recife terminando la travesía.
Tras una rápida revisada de la meteorología, y siendo una navegación corta, arriamos foke e izamos genoa en las instalaciónes de la marina.
CABANGA IATE CLUBE
En Diciembre de 2023, cuando comencé a planificar todas estas travesías 9 meses antes, había puesto como fecha de arribo a Recife el 6 de Septiembre. Me sentí agradecido conmigo mismo, con el barco, y con la naturaleza por haber podido cumplir ese objetivo. Que no era solo por la fecha en sí, del arribo a Recife. Fueron los embarques y desembarques de tripus en diferentes puertos de Brasil, navegando en total 1300 millas desde Angra dos Reis hasta Recife, habiendo podido cumplir con todos, lo cual me llenó de satisfacción.
La regata largaba el 28 de Septiembre. Hay que llegar con anticipación porque son 100 barcos los que participan, y todos pasan por una rigurosa inspección de la Marina. La cual tenés que agendar día y hora, con margen a una segunda inspección en caso que tengas algo pendiente.
Lo bueno de llegar con buena anticipación, primero es que el club tiene unas instalaciones espectaculares y todos los funcionarios están 100% a disposición de los barcos participantes. Segundo, los barcos que fui conociendo subiendo la costa, algunos con charlas breves de barco a barco o incluso por grupos de whatsapp, ahora empiezan a encontrarse todos allí personalmente (ya que la mayoría de los que participan son de los estados de São Paulo o Rio de Janeiro). Con lo cual todos los días se organizan churrascos de bienvenida a los barcos que van llegando. Algunos aportan sus caballas o atunes de 20kg que pescaron el día anterior, te invitan a conocer sus barcos, se arman guitarreadas, etc etc, sin olvidarnos de las fantásticas instalaciones para hacer esos encuentros (quinchos, parrilleros, piletas, sauna, gimnasio, etc).
Digamos que los primeros días de Septiembre arranca una gran fiesta organizada por los barcos participantes, que dura hasta el 20 de Septiembre, día en el que arrancan las fiesta organizadas por el club.
A partir de que el club toma el liderazgo de los encuentros, todos los días hay una charla (seguridad, meteorología, mantenimiento de barcos, etc), sumado a música en vivo, chop de Heineken libre (ni siquiera tenés que pedirle a la promotora, vas y te servís vos mismo de la chopera) y comida libre. Sumado al merchandising que te entregan (remera, gorra, mochila, vaso termico, conservadora)
.
Las fiestas organizadas por Cabanga Iate Clube en Recife duran una semana ininterrumpida.
Pero no terminan ahí. Después hay más fiestas en Noronha!
El único día que no hay fiesta y música en vivo (pero sí una charla) es el día previo a la regata.
El Sábado 28 de Septiembre, día de la largada, también es una gran fiesta, para toda la ciudad.
REFENO
La línea de largada es en el canal de acceso al puerto de Recife, frente al turístico Marco Zero (un monumento que marca el Kilómetro Cero de la ruta BR101).
Usualmente, turistas van a observar el mar y el monumento, pero el 28 de Septiembre se le suman los 100 barcos, un palco con música y transmisión en vivo donde familiares, amigos y curiosos van a ver la largada. También, algunas personas, ajenas a la náutica, se juntan en las terrazas de sus edificios para ver el show desde lo alto.
La largada es en grupos de unos 20 barcos cada uno. Previo al procedimiento de largada tenés que hacer un "check in": pasar bien pegado a la costa donde está todo el público, con poca velocidad, de manera que los organizadores de la regata puedan presentar al barco y sus tripulantes a la gente allí reunida.
El Puxador, en esta edición fue el único barco extranjero. La tripulación, 100% Argentina, por lo cual enarbolamos en popa una gran bandera Argentina y los 4 tripus teníamos unas remeras diseñadas para la ocasión.
Largamos a las 12 hs. El viento, dentro del canal, te queda de través, con lo cual es una largada sencilla. Luego saliendo al mar hay que orzar y tirar algún que otro borde hasta después de unas pocas millás virar una boya y poner proa a Noronha. Regata bien de crucero!
Las primeras 24 hs fueron con vientos de 15/20 nudos y olas de 1.8 metros, pero las segundas 24 hs, el viento aumentó unos 5 o 7 nudos, con lo cual, el aparente, de 60 grados, en las rachas se iba a casi 30 nudos y las olas en algo más de 2 metros.
Arriamos genoa e izamos foke. El barco iba rápido, atropellando olas, por lo cual los rociones de agua eran constantes. Tras 50 horas cruzamos la línea de llegada.
Para mi fue una gran y nueva experiencia: después de dos días navegando, sin ver nada alrededor, de pronto comienza a aparecer la silueta de una pequeña isla en proa.
También fue una gran experiencia, a causa de la particular tripulación, 3 amigos Argentinos, de unos 70 años cada uno.
Uno de ellos, era el padre de Eugenia (la chica, que sin experiencia, navegó conmigo de Buzios a Vitoria).
El padre, entusiasmado por su hija, también quería tener una experiencia en un velero, nunca había navegado. Y de paso, conocer Noronha.
Pero lamentablemente, algunos años previos, una cirugía mal realizada en sus dos rodillas lo dejó en una condición en la cual le cuesta mucho caminar en tierra firme, precisando de bastón.
Imaginense un 34 pies en las condiciones que recién describí.
Yo no lo quería aceptar como tripulante, para tampoco soy quién para decirle que él no lo iba a poder hacer. Él me dijo: voy con mis dos amigos que son navegantes, ellos me van a cuidar y yo me la voy a bancar.
Y así fue como se embarcó, ayudado entre los dos amigos en la marina y yo desde cubierta para que pudiera subir al barco, dando temblorosos pasos en cada escalón de la escalera (que apoyada en la marina hace las veces de pasarela).
Creo que sólo disfrutó la navegación previa a la largada en el canal de Recife. Luego fueron 50hs postrado en el sillón de estribor sin poder ir al baño siquiera.
Pero no se quejó ni un minuto. Admirable.
Los amigos, navegantes pero sin experiencia oceánica, se marearon la primera noche. Y cuando no estaban lanzando le estaban llevando un papagayo improvisado a su amigo…
Se imaginan el placer, para todos los tripulantes incluyéndome, de cruzar la línea de llegada.
En Noronha, siguieron las fiesta organizadas por el club.
La fiesta de recepción.
La fiesta para "revivir la regata”
Y por último, la fiesta de premiación.
Y el Puxa hizo podio: nos llevamos el premio (consuelo?) por ser el barco proveniente del puerto más lejano.
Y por 6 meses, no nos llevamos el premio al barco con mayor promedio de edad.
Después de una semana de conocer ese paraíso (que lo es, aunque creo que está sobrevaluado y no se justifica lo que sale una semana allí para un turista normal), el tripulante con problema en sus rodillas me dijo que le había encantado la experiencia y me agradecía por todo pero que se volvía en avión, con uno de sus dos amigos.
Para la navegación de regreso, se sumó un chico Argentino que vive en Noronha, trabaja con imágenes e hizo un video espectacular. Y una chica brasileña, que se decida al buceo.
A diferencia de la ida, con vientos alisios por arriba del promedio, la vuelta fue por debajo.
Fue un paseo: vientos aparentes de 15 nudos, olas de menos de 1.5 metros. El mismo ángulo, 60, solo que ahora amurados por babor.
Cuando zarpé de Isla Grande (Angra dos Reis), el plan era ir a Noronha, y si bien no tenía nada definido para después, lo más probable iba a ser volver allí, donde tenía mis amigos, mi laburo, mi zona de confort.
Pero con las experiencias que había tenido, conociendo gente de todo el mundo, conociendo lugares increíbles, había decidido seguir explorando y navegar a nuevos destinos.
Así que ya de vuelta en Recife, tenía unos días libres antes de la llegada de los próximos tripus, por lo que aproveché a ir a conocer Suape. Otra barra, fantástica, a 30 millas al sur de Recife, pero con la ventaja que está al lado de un puerto comercial por el cual podés acceder a la laguna sin ningún riesgo, sólo coordinando con el control del puerto.
RECIFE - NATAL
Esta fue una travesía corta, 140 millas en total. Fines de Octubre, zarpamos al atardecer del Cabanga Iate Clube para llegar de día a La Marina del Francés, en Cabedelo. Una marina muy interesante por ser siempre visitada por barcos extranjeros, la mayoría franceses. Instalaciones básicas pero suficientes, compensadas con un ambiente náutico de navegantes más bien humildes pero experimentados, a diferencia de la gran mayoría que participan de la REFENO que son millonarios con grandes barcos y catamaranes pero sin mucha experiencia.
Mis tripus eran 3 Rosarinos. A uno lo tenía de vista la facultad y de algunas regatas que él corría con ru Resch26. Los otros dos, gente de río, lanchas y pesca, con el curso de Timonel pero casi sin expericia.
En la Marina del Francés, nos encontramos con el velero Black Dog, un barco de aluminio de 32 pies, propiedad de un muchacho brasilero de mi edad y estilo de vida similar, con el cual estaba entablando amistad desde Recife.
Nos comentó que iba a entrar en Tibau do Sul, una laguna 5 Km al Norte de Pipa. La entrada era fácil, tenía los tracks de un amigo y nos propuso navegar en conserva y que él entraría primero. Aceptamos la propuesta.
Fuimos a un supermercado mayorista en Joao Pessoa. El Uber que nos trajo de vuelta al club, con toda la provista para los siguientes días, nos ayuda a bajar las cosas del baúl.
Ya era de noche, y nos pregunta cuando zarpamos. Ahora le digo.
Ahora? De noche? A mar abierto? Están locos?
Nunca deja de sorprenderme, las reacciones de las personas que no están en el ambiente náutico, cuando les contás que navegas de noche, o a 200 km de la costa, o con vientos de 70 Km/h y lluvias.
O incluso el tiempo que se demora en llegar de un lado a otro.
Recuerdo que en Isla Grande, un turista me preguntó cuánto había demorado en llegar desde Rosario… Le dije que adivine… y me dijo entusiasmada pensando que iba a acertar: 2 días! Mi respuesta fue: ni en auto llegás tan rápido...
Para el amanecer ya estábamos al través de Pipa. Reducimos vela para no adelantarnos a la pleamar. La entrada a la laguna, siguiendo la estela del BlackDog, fue bien tranquila.
Pasamos 5 o 6 días allí, recorriendo con el dinghy, haciendo algunos asados y guitarreadas nocturnas en las playas, caminatas (o bus) a Pipa, siempre los tripus del Puxa con los del BlackDog.
Llegó la hora de zarpar hacia Natal. El Blackdog se quedaría algunos días más, para encontrarme luego.
Así que desde la escollera natural de la laguna, nos filmó la salida.
El mar estaba un poco más grande que cuando entramos, pero desde la laguna se lo veía bien. Mayor arriba y motor a fondo, encaramos ola y viento en contra.
Dos olas grandes, más de lo que me esperaba, nos pasan literalmente por arriba. Nos empapamos. Y el barco se frenó a cero. Sin dudarlo, viré 180 grados, lento, pero ayudado por la mayor, que fui filando para ganar estropada y volver a entrar a la laguna con seguridad.
En esas condiciones, los 21HP del Nanni y hélice de 2 palas no iban a poder pasar las olas y viento en contra. Pero se acercó una lancha, y me dijo que vaya más hacía el sur, más pegado a las piedras, que no hay tantas olas.
Yo estaba intentando salir por arriba del track de donde entramos. Así fue que hicimos el segundo intento, y esta vez, luego de pasar las olas, filamos mayor, derivamos, abrimos genoa y pusimos proa a Natal, para concluir la travesía.
LA RECEITA Y LA PITÓN
Como siempre después de cada travesía, vienen algunos días de mantenimiento, recargarme yo mismo las garrafas de gas, mantenimiento preventivo y también correctivo.
Pero en esta recalada también tuve un buen susto con la "Receita Federal” (aduana), lo cual me llevó a tirar por la borda el viejo revólver de mi abuelo.
Ese revólver, calibre 38, junto con sus balas, lo tenía a bordo del Puxador desde que navegué a la isla Martin García, en 2021. Por supuesto, que no tenía ningún papel del mismo. Y profundizando en detalles, era de mi abuelo "de corazón” pero no de sangre, con lo cual no compartía siquiera apellido… Cosa de familias modernas, pero imposibles de explicar a alguna autoridad.
Luego de presentarme con mi humilde portugués (haciendome el que no entendía) con los capos de la Receita de Natal, la cosa derivó en que llamaran al Iate Clube para avisar que mi barco no podía zarpar y mi situación era “indefinida", y que vuelva en 5 días para ver cómo seguiríamos. Pero que el barco no se podía mover.
Salí de las oficinas de la Receita y volví al Iate Clube caminando con las piernas temblando y lo primero que hice al subir al barco fue decir "chau abuelito” mientras el 38 se iba al fondo del río Potengi.
Al otro día, celular en mano y con un link de una ley que ampara barcos extranjeros Mercosul (que me enviaron unos amigos), volví a las oficinas. No me quisieron recibir, objetando que no habían pasado los 5 días que me dijeron.
Me costó hacer que miren mi celular.
Desconfiados, se fueron a revisar el link en sus computadoras. Volvieron y me dijeron: “tudo certo”, sin admitir su error e invitándome a retirarme, como si nada hubiese pasado.
Y ahora? Quién se tira al ahora agua a buscar el revólver de mi abuelo?
Desarmado, pero con “Papeles al Día”, recibí a los tripus.
Eugenia, la tripu que en Julio 2024 habia hecho su debut nautico Buzios Vitora, venía por más millas.
Gustavo, cordobés, Patrón de Yate, navegante diurno de lagos.
Divorciado de su mujer madre de sus hijos, ahora en pareja con un tal Marcelo mucho menor que él. Juntos tenían una pitón de 2 metros que se alimenta con ratones vivos.
Tras un asado de bienvenida, hicimos una buena provista. Nos esperaban unos 15 días a bordo sin abastecernos.
Llegó el BlackDog. conocí a sus nuevos tripu (ninguno con bichos raros de mascotas) y le presenté los mios. Nos preparamos para zarpar al siguiente amanecer.
ALFOMBRA MAGICA
Teníamos 700 millas por delante, hasta la Ilha dos Lencois, estado de Maranhao.
Sería mi travesía más larga, por lejos, en millas. Pero en tiempo, peleado..
En relax y disfrute oceánico, la más fácil, la TOP 1.
Nuevamente, zarpamos con una rápida revisada del pronóstico de los vientos, casi sin prestarle atención.
El pronóstico a mirar con atención, y el cual te define la ruta a navegar, es el de las corrientes, que en mi caso me lo da el Windy.
Las corrientes de Guayana con sus 2.5 nudos de velocidad, que corren 50 millas paralelas a la costa brasilera se hacían sentir.
Durante dos días, hicimos promedio de 7.5 nudos. Casi el doble de mi promedio de las 4000 millas previas.
Las restantes millas, entre 5.8 y 6.5 nudos, también impensado para el pesado y lento Puxador.
Pero ninguna navegación va a estar en el Top 1 solo por ser la más rápida.
Los otros factores: 4 días y medio sin hacer una maniobra: mayor con un rizo y retenida, genoa algo enrollada con tangón.
Poca ola, días espléndidos, pesca.
Guitarreadas, mates, libros, charlas, cenas con vino y cielo estrellado.
Teníamos Ilha de Lencois en la proa pero daban ganas de pasar de largo, seguir y seguir.
ILHA DOS LENCOIS
Un imponente médano blanco contrasta con la laguna, el mangue y el mar.
Entrada facil. Fondeo tramposo. Hay 3 metros de amplitud de marea, y fuertes corrientes que se invierten dos veces por marea, cada 3 horas. Cuesta entender por qué.
Dos pueblitos separados por la laguna, ambos sin energía elétrica, sin agua potable, aislados de la sociedad.
A 3 horas en barco de la primera ciudad. Luego 3 horas más por tierra para llegar a la capital del estado de Maranhao (Sao Luis).
Calles de arena, cabras y gallinas correteando.
Calor insoportable. Pero en cualquier casa te abren las puertas con cervezas heladas y camarones apenas cocidos. Sin sal, sin pelar, sin nada. Pero tan ricos!
Asi conocimos a Silvano. Nativo de Batevento, el pueblo más antiguo de las dos islas. Sale de la cocina al patio donde de su casa donde hay un bar improvisado, a través la ventana, con dos Skol heladas.
Cómo las enfriás, le pregunto?
No lo dudó un segundo. Orgulloso, me muestra sus inverters, baterías, paneles solares, e incluso un generador eólico que le compró a un navegante francés. Fue el primero del pueblo en tener energía.
Sin formación, seguramente sin estudios secundarios, pero curioso y con ganas de mejorar su situación sin esperar alguna ayuda del estado que quizás nunca llegue, aprende con YouTube.
Y con el agua como hacen? Le digo.
Vengan, me dijo.
Caminamos 45 minutos bajo un sol radiante y arena hirviendo. Llegamos a un pozo, con balde y embudo cargamos los bidones de 10 litros y emprendimos el arduo regreso, ahora acarreando los bidones.
Así, todos los días? Le pregunto.
Para todo el pueblo sí, me dice. Pero ya en su casa, nos lleva a su "garage” (un toldo de palmeras y lonas viejas) y nos muestra su "cuatriciclo".
4 ruedas de bicicleta, un viejo motor 4 tiempos, varios caños soldados hacen el cuadro y un espacio para cargar bidones. Al primer piolazo arranca.
En 5 minutos llego al pozo y puedo traer unos 50 litros por viaje, me dice.
Ese día, habíamos salido ambas tripulaciones juntas, en el dinghy del BlackDog.
Pero nos habíamos quedado sin nafta y no sabíamos cómo volver. Estábamos lejos y allí el agua corre mucho!
No se preocupen, nos dijo.
Y con su viejo barquito de madera, que no tiene transmisión, nos llevó.
Arranca y sale andando. Luego apaga el motor calculando la estropada…
Impecablemente, se abarloó al Puxador y todos juntos brindamos por ese memorable día.
Hasta el día de hoy, sigo en contacto con él. Ahora está construyendo una estructura flotante, para ofrecer el menú de la casa (camarón y skol) a los barcos que se aventuran por allí.
Su segundo hijo nació hace unos meses. Me dijo que le quería poner de nombre Puxador, aunque su mujer no lo dejó así que se llama Valentino.
EL BLACK DOG
Habíamos hecho en conserva las 700 millas desde Natal.
Navegar en conserva en una travesía oceánica requiere compromiso de ambos barcos. Sino, en unas pocas horas te perdiste de vista.
De noche, es lo que solía suceder. En las guardias de Gustavo, se quedaba dormido, seguramente soñando con la pitón. En las de Eugenia, no se animaba a corregir el rumbo y/o velas (salvo que ameritara llamarme). De tímida nomás (porque aun en tan poco tiempo navegando, conocimiento no le faltaba).
Así que los amaneceres nos buscabamos en el AIS y nos despabilabamos con alguna trasluchada y cambio de rumbo para acercarnos y navegar a unos 30 metros entre barco y barco.
El BlackDog es un PopAlu32. Casco de Aluminio, 32 pies (muy comodo pero con lineas feas). Dos quillotes con bulbo y dos timones colgantes.
Según los planos de construcción, los timones tenían que ser de madera y fibra, con herraje de inoxidable.
Pero el dueño original los hizo a cada uno con dos placas (tipo cachas) de alumino (timones huecos), para evitar usar inoxidable y por ende las corrientes galvánicas.
Mi amigo, nunca estuvo convencido de esos timones. Hacía 4 años tenía el barco, viviendo habitualmente en Floripa pero habiendo corrido dos veces a Noronha (la segunda fue cuando lo conocí). Con lo cual tenía muchas millas. Dos subidas y una bajada de la costa brasilera, entre otras.
Y entre esas millas, uno de los timones ya se le había partido. Lo habían soldado pero tampoco estaba conforme con esa soldadura.
Pero así y todo, e incluso luego de la dura ReFeNo, navegó a Lencois.
Silvano le puso toda su creatividad e ingenio, para tratar de mejorar la soldadura mal hecha que ya tenía varias miles de millas. Sin éxito, lo reforzaron con dos planchuelas de aluminio (a cada banda, de cada cacha) y dos bulones de inoxiable pasantes.
Nunca me quedó claro por qué lo quiso reforzar allí y no en los puertos previos con mucha más infraestructura.
LENCOIS - SOURE
Entrar a Lencois fue fácil, porque los vientos alisios te meten en la bahía, pero la salida ya es otra cosa.
Si la marea sube, tenés corriente (y viento) en contra.
Si la marea baja, el mar arbola y tenés una ola corta y alta como la del RDLP, y poco espacio para tirar bordes.
Eran 300 millas a Soure. Luego de virar el gran médano de arena, volvimos a la alfombra mágica, los alisios y navegar relajadamente.
Pero la segunda noche, por radio, el BlackDog nos avisa que rompió el timón. Está todo ok, con el otro timón el barco va perfecto. De hecho cuando lo había roto la primera vez, navegó muchas millas con uno solo.
Acordamos achicar un poco las velas para hacer las 150 millas que faltaban sin forzar el otro timón.
Al amanecer del 18 de Noviembre del 2024, entramos al Río Pará. Uno de los dos brazos principales de la desembocadura de la cuenca amazónica en el Oceáno Atlántico.
Aunque desde un día antes, ya se sentía la fuerza del Amazonas.
Más de 70 millas mar adentro, el color del agua se pone marronada, y tenés corrientes de 3 nudos hacia el Oeste o hacia el Este, según la marea sube o baja. Sentís cómo el continente te chupa o te empuja hacia mar abierto.
El Río Pará me recordó al Río de la Plata. No sólo por su color de agua, su tipo de ola, también su forma de embudo, costas muy distantes (30 millas en la desembocadura) y también por tener bastantes peligros que hay que ir esquivando: bancos de arena, piedras, pescadores y sus redes.
La diferencia está, en las amplitudes de marea (en algunos lugares 5 metros) y las corrientes que se generan cuando sube y baja la marea.
Nuestro destino era Soure, el primer puerto, que queda en la margen Norte del Río Pará, unas 35 millas hacia adentro desde la desembocadura.
La navegación la habíamos planificado para llegar a las 14hs, con marea llena. La entrada al río fue bastante sencilla, ya que la marea estaba subiendo y nos empujaba con 2 o 3 nudos de velocidad, sumado a los alisios, de popa.
Ya entrándonos en el Río Pará, el viento comenzó a amainar. Por lo que prendimos motores para mantener el promedio. Dentro de la cuenca amazónica, no hay vientos alisios ni tampoco pronósticos.
Nos faltaban 4 millas para llegar al Río Paracauari (un pequeño brazo que desemboca en el Pará), sobre el cual queda Soure y era nuestro puerto final luego de haber navagado 1000 millas desde Natal.
En la proa teníamos el pueblo, las playas, el faro, íbamos a unos 4 nudos, impecablemente programados para llegar y fondear con marea alta y celebrar la travesía. El día soleado acompañaba, y a bordo del Puxador todo era una fiesta.
Hasta que por la radio, el BlackDog, que estaba media milla en nuestra proa, nos avisá que está a la deriva. Rompió el otro timón.
CONTINUARÁ...
El último relato concluyó con la llegada a Salvador de Bahía, los primeros días de septiembre de 2024.
Más de 8 meses después me siento a escribir, fondeado en Prickly Bay, Grenada, Antillas, Caribe.
Por supuesto que no tengo tan frescos los detalles de algunas navegaciones. Podría, como hice muchas veces "volver el tiempo atrás” releyendo mensajes intercambiados en el inReach, mirando trackings de las navegaciones, para así poder detallar las navegaciones con más precisión, como fue habitual hasta ahora. Pero dadas las circunstancias y teniendo tanto para contar (no sé quién leerá esto, pero seguro en algún futuro yo mismo para revivir las experiencias) voy a simplificar algunos detalles.
Zarpamos de Salvador de Bahía. Me acompañaban Fabio, amigo navegante Rosarino, Jacky y Leo, una pareja de Bahía Blanca que están aprendiendo a navegar desde que compraron un Dangelo 24 hace un año.
Para los 3, iba a ser su primera travesía oceánica. El plan original era navegar directo a Recife, 400 millas.
Subiendo la costa de Brasil, conocí varios navegantes brasileros, todos yendo a participar de la regata REFENO (Recife Fernando de Noronha) y varios me habían recomendado que no dejemos de conocer Barra de Sao Miguel. Así que pusimos proa a Maceió, unas 370 millas.
Sería una de mis travesías más largas hasta el momento. Pero lo que me sorprendió a mí mismo, es que había ganado mucha confianza en el barco y en mí, y soltamos amarras de Salvador como quien "sale del club a navegar la vuelta del perro un domingo por la tarde”.
Fueron 370 millas de puro placer. Y no sólo porque yo logré ir relajado, sin estar tensionado, sino también, porque a partir de allí, pegan los vientos alisios.
Para los que no estamos acostumbrados, parece una locura lo que voy a decir: De Salvador de Bahía, hasta el Caribe, navegás casi sin mirar el pronóstico. Podés zarpar el día que quieras a la hora que quieras.
En realidad no precisás mirarlo. Lo mirás, sólo por que sería muy irresponsable zarpar una travesía de centenares de millas sin dar una revisada rápida. Las condiciones son muy estables, los vientos sólo aumentan o disminuyen unos 5 nudos del promedio, y siempre del mismo cuadrante.
Quizás según el barco, decidas hacer un cambio de vela de proa antes de zarpar. Como es mi caso, que tengo un solo stay de proa. A veces zarpo con foke, a veces con genoa. Para evitar hacer el cambio en navegación.
Ahora bien, es casi innecesario mirar el pronóstico, pero según el puerto en el que estés, tenés que revisar bien las tablas de mareas y estar atento a las corrientes en los ríos que a veces son fuertes y se invierten.
Viento aparente de 15/20 nudos, angulo aparente de 60 grados. Así fue toda la travesía, en total 400 millas hasta Recife incluyendo pesca de atunes, doradas, y algún que otro “pirajá” (chubasco).
Cuando entra un pirajá, y no lo lograste esquivar, la maniobra que implementé, es enrollar la vela de proa, filar mayor, derivar… y listo.. Maniobra que la hago solo, es bien fácil y segura.
Los pirajás se caracterizan por venir cargados con mucha agua y un viento descendente de unos 15 nudos, que chocan contra el mar y sale en 360 grados.
A sotavento, se suma al viento de superficie de los alisios (por eso te quedan rachas de 30 nudos), pero si te anticipaste y orzaste para pasarlo por barlovento, el viento del pirajá se anula con el viento de superficie, y sólo te encalmás un rato…
Habíamos decidido ir a la barra de Sao Miguel, 30 millas al sur de Maceió. Las “barras”, que están por toda la costa Nordeste de Brasil, constan de lagunas de agua salubre y cristalina, sin olas, con vientos constantes, y playas espectaculares.
Suena al paraíso, y lo es.
Sólo que tenemos que tener en cuenta que se forman cuando un río desemboca en las aguas cálidas del mar, aportando los sustratos necesarios para la formación de "barras de corales", que son los que frenan las olas dejando aguas bien calmas dentro de las lagunas. Pero resultando en accesos difíciles.
Llegamos a Maceió de noche, nos arrimamos a un muelle del puerto comercial y en una maniobra que de lejos parecía un robo o similar, Fabio saltó al muelle, seguido por Ancla (la tripu de 4 patas) para ella hacer sus necesidades, sin que nadie de seguridad nos vea. Volvieron al barco, nos alejamos como si nada hubiera pasado y luego fondeamos para irnos a dormir.
Al otro día, al amanecer, retrocedimos 30 millas para encontrarnos con el práctico en la entrada de la Barra, a la hora de la pleamar.
Para no hacerlo largo, en resumidas cuentas, se te frunce cuando entrás barrenando olas, con la playa a 100 metros a tu proa, una baliza verde 5 metros a babor, y corales a 20 metros a estribor.
El práctico te guía el camino con su lancha, y detrás te sigue de cerca otra lancha, una especie de Mini Remolcador, atento a si te tiene que empujar para algún lado. Así entramos al paraíso y estuvimos 5 o 6 días en una marina con unas instalaciones espectaculares.
Concluida la estadía allí, navegamos las 130 millas que faltaban hasta Recife terminando la travesía.
Tras una rápida revisada de la meteorología, y siendo una navegación corta, arriamos foke e izamos genoa en las instalaciónes de la marina.
CABANGA IATE CLUBE
En Diciembre de 2023, cuando comencé a planificar todas estas travesías 9 meses antes, había puesto como fecha de arribo a Recife el 6 de Septiembre. Me sentí agradecido conmigo mismo, con el barco, y con la naturaleza por haber podido cumplir ese objetivo. Que no era solo por la fecha en sí, del arribo a Recife. Fueron los embarques y desembarques de tripus en diferentes puertos de Brasil, navegando en total 1300 millas desde Angra dos Reis hasta Recife, habiendo podido cumplir con todos, lo cual me llenó de satisfacción.
La regata largaba el 28 de Septiembre. Hay que llegar con anticipación porque son 100 barcos los que participan, y todos pasan por una rigurosa inspección de la Marina. La cual tenés que agendar día y hora, con margen a una segunda inspección en caso que tengas algo pendiente.
Lo bueno de llegar con buena anticipación, primero es que el club tiene unas instalaciones espectaculares y todos los funcionarios están 100% a disposición de los barcos participantes. Segundo, los barcos que fui conociendo subiendo la costa, algunos con charlas breves de barco a barco o incluso por grupos de whatsapp, ahora empiezan a encontrarse todos allí personalmente (ya que la mayoría de los que participan son de los estados de São Paulo o Rio de Janeiro). Con lo cual todos los días se organizan churrascos de bienvenida a los barcos que van llegando. Algunos aportan sus caballas o atunes de 20kg que pescaron el día anterior, te invitan a conocer sus barcos, se arman guitarreadas, etc etc, sin olvidarnos de las fantásticas instalaciones para hacer esos encuentros (quinchos, parrilleros, piletas, sauna, gimnasio, etc).
Digamos que los primeros días de Septiembre arranca una gran fiesta organizada por los barcos participantes, que dura hasta el 20 de Septiembre, día en el que arrancan las fiesta organizadas por el club.
A partir de que el club toma el liderazgo de los encuentros, todos los días hay una charla (seguridad, meteorología, mantenimiento de barcos, etc), sumado a música en vivo, chop de Heineken libre (ni siquiera tenés que pedirle a la promotora, vas y te servís vos mismo de la chopera) y comida libre. Sumado al merchandising que te entregan (remera, gorra, mochila, vaso termico, conservadora)
.
Las fiestas organizadas por Cabanga Iate Clube en Recife duran una semana ininterrumpida.
Pero no terminan ahí. Después hay más fiestas en Noronha!
El único día que no hay fiesta y música en vivo (pero sí una charla) es el día previo a la regata.
El Sábado 28 de Septiembre, día de la largada, también es una gran fiesta, para toda la ciudad.
REFENO
La línea de largada es en el canal de acceso al puerto de Recife, frente al turístico Marco Zero (un monumento que marca el Kilómetro Cero de la ruta BR101).
Usualmente, turistas van a observar el mar y el monumento, pero el 28 de Septiembre se le suman los 100 barcos, un palco con música y transmisión en vivo donde familiares, amigos y curiosos van a ver la largada. También, algunas personas, ajenas a la náutica, se juntan en las terrazas de sus edificios para ver el show desde lo alto.
La largada es en grupos de unos 20 barcos cada uno. Previo al procedimiento de largada tenés que hacer un "check in": pasar bien pegado a la costa donde está todo el público, con poca velocidad, de manera que los organizadores de la regata puedan presentar al barco y sus tripulantes a la gente allí reunida.
El Puxador, en esta edición fue el único barco extranjero. La tripulación, 100% Argentina, por lo cual enarbolamos en popa una gran bandera Argentina y los 4 tripus teníamos unas remeras diseñadas para la ocasión.
Largamos a las 12 hs. El viento, dentro del canal, te queda de través, con lo cual es una largada sencilla. Luego saliendo al mar hay que orzar y tirar algún que otro borde hasta después de unas pocas millás virar una boya y poner proa a Noronha. Regata bien de crucero!
Las primeras 24 hs fueron con vientos de 15/20 nudos y olas de 1.8 metros, pero las segundas 24 hs, el viento aumentó unos 5 o 7 nudos, con lo cual, el aparente, de 60 grados, en las rachas se iba a casi 30 nudos y las olas en algo más de 2 metros.
Arriamos genoa e izamos foke. El barco iba rápido, atropellando olas, por lo cual los rociones de agua eran constantes. Tras 50 horas cruzamos la línea de llegada.
Para mi fue una gran y nueva experiencia: después de dos días navegando, sin ver nada alrededor, de pronto comienza a aparecer la silueta de una pequeña isla en proa.
También fue una gran experiencia, a causa de la particular tripulación, 3 amigos Argentinos, de unos 70 años cada uno.
Uno de ellos, era el padre de Eugenia (la chica, que sin experiencia, navegó conmigo de Buzios a Vitoria).
El padre, entusiasmado por su hija, también quería tener una experiencia en un velero, nunca había navegado. Y de paso, conocer Noronha.
Pero lamentablemente, algunos años previos, una cirugía mal realizada en sus dos rodillas lo dejó en una condición en la cual le cuesta mucho caminar en tierra firme, precisando de bastón.
Imaginense un 34 pies en las condiciones que recién describí.
Yo no lo quería aceptar como tripulante, para tampoco soy quién para decirle que él no lo iba a poder hacer. Él me dijo: voy con mis dos amigos que son navegantes, ellos me van a cuidar y yo me la voy a bancar.
Y así fue como se embarcó, ayudado entre los dos amigos en la marina y yo desde cubierta para que pudiera subir al barco, dando temblorosos pasos en cada escalón de la escalera (que apoyada en la marina hace las veces de pasarela).
Creo que sólo disfrutó la navegación previa a la largada en el canal de Recife. Luego fueron 50hs postrado en el sillón de estribor sin poder ir al baño siquiera.
Pero no se quejó ni un minuto. Admirable.
Los amigos, navegantes pero sin experiencia oceánica, se marearon la primera noche. Y cuando no estaban lanzando le estaban llevando un papagayo improvisado a su amigo…
Se imaginan el placer, para todos los tripulantes incluyéndome, de cruzar la línea de llegada.
En Noronha, siguieron las fiesta organizadas por el club.
La fiesta de recepción.
La fiesta para "revivir la regata”
Y por último, la fiesta de premiación.
Y el Puxa hizo podio: nos llevamos el premio (consuelo?) por ser el barco proveniente del puerto más lejano.
Y por 6 meses, no nos llevamos el premio al barco con mayor promedio de edad.
Después de una semana de conocer ese paraíso (que lo es, aunque creo que está sobrevaluado y no se justifica lo que sale una semana allí para un turista normal), el tripulante con problema en sus rodillas me dijo que le había encantado la experiencia y me agradecía por todo pero que se volvía en avión, con uno de sus dos amigos.
Para la navegación de regreso, se sumó un chico Argentino que vive en Noronha, trabaja con imágenes e hizo un video espectacular. Y una chica brasileña, que se decida al buceo.
A diferencia de la ida, con vientos alisios por arriba del promedio, la vuelta fue por debajo.
Fue un paseo: vientos aparentes de 15 nudos, olas de menos de 1.5 metros. El mismo ángulo, 60, solo que ahora amurados por babor.
Cuando zarpé de Isla Grande (Angra dos Reis), el plan era ir a Noronha, y si bien no tenía nada definido para después, lo más probable iba a ser volver allí, donde tenía mis amigos, mi laburo, mi zona de confort.
Pero con las experiencias que había tenido, conociendo gente de todo el mundo, conociendo lugares increíbles, había decidido seguir explorando y navegar a nuevos destinos.
Así que ya de vuelta en Recife, tenía unos días libres antes de la llegada de los próximos tripus, por lo que aproveché a ir a conocer Suape. Otra barra, fantástica, a 30 millas al sur de Recife, pero con la ventaja que está al lado de un puerto comercial por el cual podés acceder a la laguna sin ningún riesgo, sólo coordinando con el control del puerto.
RECIFE - NATAL
Esta fue una travesía corta, 140 millas en total. Fines de Octubre, zarpamos al atardecer del Cabanga Iate Clube para llegar de día a La Marina del Francés, en Cabedelo. Una marina muy interesante por ser siempre visitada por barcos extranjeros, la mayoría franceses. Instalaciones básicas pero suficientes, compensadas con un ambiente náutico de navegantes más bien humildes pero experimentados, a diferencia de la gran mayoría que participan de la REFENO que son millonarios con grandes barcos y catamaranes pero sin mucha experiencia.
Mis tripus eran 3 Rosarinos. A uno lo tenía de vista la facultad y de algunas regatas que él corría con ru Resch26. Los otros dos, gente de río, lanchas y pesca, con el curso de Timonel pero casi sin expericia.
En la Marina del Francés, nos encontramos con el velero Black Dog, un barco de aluminio de 32 pies, propiedad de un muchacho brasilero de mi edad y estilo de vida similar, con el cual estaba entablando amistad desde Recife.
Nos comentó que iba a entrar en Tibau do Sul, una laguna 5 Km al Norte de Pipa. La entrada era fácil, tenía los tracks de un amigo y nos propuso navegar en conserva y que él entraría primero. Aceptamos la propuesta.
Fuimos a un supermercado mayorista en Joao Pessoa. El Uber que nos trajo de vuelta al club, con toda la provista para los siguientes días, nos ayuda a bajar las cosas del baúl.
Ya era de noche, y nos pregunta cuando zarpamos. Ahora le digo.
Ahora? De noche? A mar abierto? Están locos?
Nunca deja de sorprenderme, las reacciones de las personas que no están en el ambiente náutico, cuando les contás que navegas de noche, o a 200 km de la costa, o con vientos de 70 Km/h y lluvias.
O incluso el tiempo que se demora en llegar de un lado a otro.
Recuerdo que en Isla Grande, un turista me preguntó cuánto había demorado en llegar desde Rosario… Le dije que adivine… y me dijo entusiasmada pensando que iba a acertar: 2 días! Mi respuesta fue: ni en auto llegás tan rápido...
Para el amanecer ya estábamos al través de Pipa. Reducimos vela para no adelantarnos a la pleamar. La entrada a la laguna, siguiendo la estela del BlackDog, fue bien tranquila.
Pasamos 5 o 6 días allí, recorriendo con el dinghy, haciendo algunos asados y guitarreadas nocturnas en las playas, caminatas (o bus) a Pipa, siempre los tripus del Puxa con los del BlackDog.
Llegó la hora de zarpar hacia Natal. El Blackdog se quedaría algunos días más, para encontrarme luego.
Así que desde la escollera natural de la laguna, nos filmó la salida.
El mar estaba un poco más grande que cuando entramos, pero desde la laguna se lo veía bien. Mayor arriba y motor a fondo, encaramos ola y viento en contra.
Dos olas grandes, más de lo que me esperaba, nos pasan literalmente por arriba. Nos empapamos. Y el barco se frenó a cero. Sin dudarlo, viré 180 grados, lento, pero ayudado por la mayor, que fui filando para ganar estropada y volver a entrar a la laguna con seguridad.
En esas condiciones, los 21HP del Nanni y hélice de 2 palas no iban a poder pasar las olas y viento en contra. Pero se acercó una lancha, y me dijo que vaya más hacía el sur, más pegado a las piedras, que no hay tantas olas.
Yo estaba intentando salir por arriba del track de donde entramos. Así fue que hicimos el segundo intento, y esta vez, luego de pasar las olas, filamos mayor, derivamos, abrimos genoa y pusimos proa a Natal, para concluir la travesía.
LA RECEITA Y LA PITÓN
Como siempre después de cada travesía, vienen algunos días de mantenimiento, recargarme yo mismo las garrafas de gas, mantenimiento preventivo y también correctivo.
Pero en esta recalada también tuve un buen susto con la "Receita Federal” (aduana), lo cual me llevó a tirar por la borda el viejo revólver de mi abuelo.
Ese revólver, calibre 38, junto con sus balas, lo tenía a bordo del Puxador desde que navegué a la isla Martin García, en 2021. Por supuesto, que no tenía ningún papel del mismo. Y profundizando en detalles, era de mi abuelo "de corazón” pero no de sangre, con lo cual no compartía siquiera apellido… Cosa de familias modernas, pero imposibles de explicar a alguna autoridad.
Luego de presentarme con mi humilde portugués (haciendome el que no entendía) con los capos de la Receita de Natal, la cosa derivó en que llamaran al Iate Clube para avisar que mi barco no podía zarpar y mi situación era “indefinida", y que vuelva en 5 días para ver cómo seguiríamos. Pero que el barco no se podía mover.
Salí de las oficinas de la Receita y volví al Iate Clube caminando con las piernas temblando y lo primero que hice al subir al barco fue decir "chau abuelito” mientras el 38 se iba al fondo del río Potengi.
Al otro día, celular en mano y con un link de una ley que ampara barcos extranjeros Mercosul (que me enviaron unos amigos), volví a las oficinas. No me quisieron recibir, objetando que no habían pasado los 5 días que me dijeron.
Me costó hacer que miren mi celular.
Desconfiados, se fueron a revisar el link en sus computadoras. Volvieron y me dijeron: “tudo certo”, sin admitir su error e invitándome a retirarme, como si nada hubiese pasado.
Y ahora? Quién se tira al ahora agua a buscar el revólver de mi abuelo?
Desarmado, pero con “Papeles al Día”, recibí a los tripus.
Eugenia, la tripu que en Julio 2024 habia hecho su debut nautico Buzios Vitora, venía por más millas.
Gustavo, cordobés, Patrón de Yate, navegante diurno de lagos.
Divorciado de su mujer madre de sus hijos, ahora en pareja con un tal Marcelo mucho menor que él. Juntos tenían una pitón de 2 metros que se alimenta con ratones vivos.
Tras un asado de bienvenida, hicimos una buena provista. Nos esperaban unos 15 días a bordo sin abastecernos.
Llegó el BlackDog. conocí a sus nuevos tripu (ninguno con bichos raros de mascotas) y le presenté los mios. Nos preparamos para zarpar al siguiente amanecer.
ALFOMBRA MAGICA
Teníamos 700 millas por delante, hasta la Ilha dos Lencois, estado de Maranhao.
Sería mi travesía más larga, por lejos, en millas. Pero en tiempo, peleado..
En relax y disfrute oceánico, la más fácil, la TOP 1.
Nuevamente, zarpamos con una rápida revisada del pronóstico de los vientos, casi sin prestarle atención.
El pronóstico a mirar con atención, y el cual te define la ruta a navegar, es el de las corrientes, que en mi caso me lo da el Windy.
Las corrientes de Guayana con sus 2.5 nudos de velocidad, que corren 50 millas paralelas a la costa brasilera se hacían sentir.
Durante dos días, hicimos promedio de 7.5 nudos. Casi el doble de mi promedio de las 4000 millas previas.
Las restantes millas, entre 5.8 y 6.5 nudos, también impensado para el pesado y lento Puxador.
Pero ninguna navegación va a estar en el Top 1 solo por ser la más rápida.
Los otros factores: 4 días y medio sin hacer una maniobra: mayor con un rizo y retenida, genoa algo enrollada con tangón.
Poca ola, días espléndidos, pesca.
Guitarreadas, mates, libros, charlas, cenas con vino y cielo estrellado.
Teníamos Ilha de Lencois en la proa pero daban ganas de pasar de largo, seguir y seguir.
ILHA DOS LENCOIS
Un imponente médano blanco contrasta con la laguna, el mangue y el mar.
Entrada facil. Fondeo tramposo. Hay 3 metros de amplitud de marea, y fuertes corrientes que se invierten dos veces por marea, cada 3 horas. Cuesta entender por qué.
Dos pueblitos separados por la laguna, ambos sin energía elétrica, sin agua potable, aislados de la sociedad.
A 3 horas en barco de la primera ciudad. Luego 3 horas más por tierra para llegar a la capital del estado de Maranhao (Sao Luis).
Calles de arena, cabras y gallinas correteando.
Calor insoportable. Pero en cualquier casa te abren las puertas con cervezas heladas y camarones apenas cocidos. Sin sal, sin pelar, sin nada. Pero tan ricos!
Asi conocimos a Silvano. Nativo de Batevento, el pueblo más antiguo de las dos islas. Sale de la cocina al patio donde de su casa donde hay un bar improvisado, a través la ventana, con dos Skol heladas.
Cómo las enfriás, le pregunto?
No lo dudó un segundo. Orgulloso, me muestra sus inverters, baterías, paneles solares, e incluso un generador eólico que le compró a un navegante francés. Fue el primero del pueblo en tener energía.
Sin formación, seguramente sin estudios secundarios, pero curioso y con ganas de mejorar su situación sin esperar alguna ayuda del estado que quizás nunca llegue, aprende con YouTube.
Y con el agua como hacen? Le digo.
Vengan, me dijo.
Caminamos 45 minutos bajo un sol radiante y arena hirviendo. Llegamos a un pozo, con balde y embudo cargamos los bidones de 10 litros y emprendimos el arduo regreso, ahora acarreando los bidones.
Así, todos los días? Le pregunto.
Para todo el pueblo sí, me dice. Pero ya en su casa, nos lleva a su "garage” (un toldo de palmeras y lonas viejas) y nos muestra su "cuatriciclo".
4 ruedas de bicicleta, un viejo motor 4 tiempos, varios caños soldados hacen el cuadro y un espacio para cargar bidones. Al primer piolazo arranca.
En 5 minutos llego al pozo y puedo traer unos 50 litros por viaje, me dice.
Ese día, habíamos salido ambas tripulaciones juntas, en el dinghy del BlackDog.
Pero nos habíamos quedado sin nafta y no sabíamos cómo volver. Estábamos lejos y allí el agua corre mucho!
No se preocupen, nos dijo.
Y con su viejo barquito de madera, que no tiene transmisión, nos llevó.
Arranca y sale andando. Luego apaga el motor calculando la estropada…
Impecablemente, se abarloó al Puxador y todos juntos brindamos por ese memorable día.
Hasta el día de hoy, sigo en contacto con él. Ahora está construyendo una estructura flotante, para ofrecer el menú de la casa (camarón y skol) a los barcos que se aventuran por allí.
Su segundo hijo nació hace unos meses. Me dijo que le quería poner de nombre Puxador, aunque su mujer no lo dejó así que se llama Valentino.
EL BLACK DOG
Habíamos hecho en conserva las 700 millas desde Natal.
Navegar en conserva en una travesía oceánica requiere compromiso de ambos barcos. Sino, en unas pocas horas te perdiste de vista.
De noche, es lo que solía suceder. En las guardias de Gustavo, se quedaba dormido, seguramente soñando con la pitón. En las de Eugenia, no se animaba a corregir el rumbo y/o velas (salvo que ameritara llamarme). De tímida nomás (porque aun en tan poco tiempo navegando, conocimiento no le faltaba).
Así que los amaneceres nos buscabamos en el AIS y nos despabilabamos con alguna trasluchada y cambio de rumbo para acercarnos y navegar a unos 30 metros entre barco y barco.
El BlackDog es un PopAlu32. Casco de Aluminio, 32 pies (muy comodo pero con lineas feas). Dos quillotes con bulbo y dos timones colgantes.
Según los planos de construcción, los timones tenían que ser de madera y fibra, con herraje de inoxidable.
Pero el dueño original los hizo a cada uno con dos placas (tipo cachas) de alumino (timones huecos), para evitar usar inoxidable y por ende las corrientes galvánicas.
Mi amigo, nunca estuvo convencido de esos timones. Hacía 4 años tenía el barco, viviendo habitualmente en Floripa pero habiendo corrido dos veces a Noronha (la segunda fue cuando lo conocí). Con lo cual tenía muchas millas. Dos subidas y una bajada de la costa brasilera, entre otras.
Y entre esas millas, uno de los timones ya se le había partido. Lo habían soldado pero tampoco estaba conforme con esa soldadura.
Pero así y todo, e incluso luego de la dura ReFeNo, navegó a Lencois.
Silvano le puso toda su creatividad e ingenio, para tratar de mejorar la soldadura mal hecha que ya tenía varias miles de millas. Sin éxito, lo reforzaron con dos planchuelas de aluminio (a cada banda, de cada cacha) y dos bulones de inoxiable pasantes.
Nunca me quedó claro por qué lo quiso reforzar allí y no en los puertos previos con mucha más infraestructura.
LENCOIS - SOURE
Entrar a Lencois fue fácil, porque los vientos alisios te meten en la bahía, pero la salida ya es otra cosa.
Si la marea sube, tenés corriente (y viento) en contra.
Si la marea baja, el mar arbola y tenés una ola corta y alta como la del RDLP, y poco espacio para tirar bordes.
Eran 300 millas a Soure. Luego de virar el gran médano de arena, volvimos a la alfombra mágica, los alisios y navegar relajadamente.
Pero la segunda noche, por radio, el BlackDog nos avisa que rompió el timón. Está todo ok, con el otro timón el barco va perfecto. De hecho cuando lo había roto la primera vez, navegó muchas millas con uno solo.
Acordamos achicar un poco las velas para hacer las 150 millas que faltaban sin forzar el otro timón.
Al amanecer del 18 de Noviembre del 2024, entramos al Río Pará. Uno de los dos brazos principales de la desembocadura de la cuenca amazónica en el Oceáno Atlántico.
Aunque desde un día antes, ya se sentía la fuerza del Amazonas.
Más de 70 millas mar adentro, el color del agua se pone marronada, y tenés corrientes de 3 nudos hacia el Oeste o hacia el Este, según la marea sube o baja. Sentís cómo el continente te chupa o te empuja hacia mar abierto.
El Río Pará me recordó al Río de la Plata. No sólo por su color de agua, su tipo de ola, también su forma de embudo, costas muy distantes (30 millas en la desembocadura) y también por tener bastantes peligros que hay que ir esquivando: bancos de arena, piedras, pescadores y sus redes.
La diferencia está, en las amplitudes de marea (en algunos lugares 5 metros) y las corrientes que se generan cuando sube y baja la marea.
Nuestro destino era Soure, el primer puerto, que queda en la margen Norte del Río Pará, unas 35 millas hacia adentro desde la desembocadura.
La navegación la habíamos planificado para llegar a las 14hs, con marea llena. La entrada al río fue bastante sencilla, ya que la marea estaba subiendo y nos empujaba con 2 o 3 nudos de velocidad, sumado a los alisios, de popa.
Ya entrándonos en el Río Pará, el viento comenzó a amainar. Por lo que prendimos motores para mantener el promedio. Dentro de la cuenca amazónica, no hay vientos alisios ni tampoco pronósticos.
Nos faltaban 4 millas para llegar al Río Paracauari (un pequeño brazo que desemboca en el Pará), sobre el cual queda Soure y era nuestro puerto final luego de haber navagado 1000 millas desde Natal.
En la proa teníamos el pueblo, las playas, el faro, íbamos a unos 4 nudos, impecablemente programados para llegar y fondear con marea alta y celebrar la travesía. El día soleado acompañaba, y a bordo del Puxador todo era una fiesta.
Hasta que por la radio, el BlackDog, que estaba media milla en nuestra proa, nos avisá que está a la deriva. Rompió el otro timón.
CONTINUARÁ...
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
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Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Adjunto algunas fotos.
En mí perfil de instagram hay bastante más contenido, videos, etc
https://www.instagram.com/gastonlopezsi ... NyNGIyZA==
Hoy, haciendo el posteo, desde Mayreau - St Vincent & Grenadins
Un abrazo
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- Mariano Grumete
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Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Muy bueno Gastón y nos dejaste con toda la intriga de cómo lo resolvieron. Esperamos la continuación. Abrazo
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
BRILLANTE!!! y me quedo corto...
J
J
Re: Proa al Nordeste de Brasil!
Que travesía impresionante Gastón¡!! Y tú manera de redactar es muy llevadera, te transporta e incluye en la travesía (a ver si pensas en formato libro para los que no andamos con redes sociales
). Justo estoy leyendo el libro de Enrique Celesia (Orza Vito) y estoy en los capitulos en los que remonta la costa Brasilera y describe lo mismo que vos...en determinado momento es una autopista que te lleva directo al Caribe.
A la espera de más relatos náuticos te saludo desde el riopla con unos fríos que dan ganas de rajarse a bordo del Puxa!!!!

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